lunes, 1 de junio de 2009

Revista Escena.










NOS HACE FALTA SER HUMILDES
* Recuperar credibilidad, principal reto.
* Cruces, educación bilingüe y enfoque regional, tres desafíos.

Por Enrique García Sánchez / Revista Escena La Trascendencia de los Hechos


Para Carlos Torres Torres, que a los 34 años se presta a concluir su gestión como diputado federal, quizá los mayores desafíos para los aspirantes a integrar la próxima legislatura a partir de este año, son la humildad, la sensibilidad y la congruencia.


Solo así, podría comenzar a revertirse lo que ha identificado como un gran reto: abatir la imagen de desconfianza y falta de credibilidad que afecta a la clase política, pero principalmente a los legisladores. Encuestas serias han evidenciado que en América Latina los legisladores están francamente devaluados.


Carlos Torres tomó en serio el asunto, que desde el primer día de su gestión como diputado federal decidió atacar el problema con determinación y acciones concretas.

Era necesario comunicarse, con claridad, con la población, empolvarse los zapatos, tener contacto, mucho contacto con la ciudadanía; hablarles en forma llana, con lenguaje sencillo; y ser empático para entender sus demandas, sus anhelos y necesidades.

Eso no fue problema para su juventud, su trato fresco e informal, y su franqueza. El mayor reto, residía en ser congruente, sobre todo ante la principal crítica ciudadana por la enorme cantidad de diputados y los elevados salarios que cobran, incluso justificándolos con trabajo.

LA HORA DE LA VERDAD
Una de sus principales propuestas fue precisamente la reducción de los diputados de 500 a 400, así como los salarios, además de los múltiples y diversos privilegios que reciben: “No es posible que tengamos una peluquería en la Cámara, y que paguemos a una persona que sólo se dedica a apachurrar un botón del elevador”, ejemplifica.

Sugirió la misma medida para el Congreso del Estado, y el planteamiento incomodó incluso a servidores públicos de su propio partido, a tal grado que el presidente de la legislatura local lo dejó plantado para una reunión programada con el fin de discutir el asunto. “La decisión de donar parte de mi sueldo no es un acto aislado carente de sustento. Tiene que ver con la iniciativa de Ley para Regular los Salarios de los Servidores Públicos que estoy previendo tanto en el Congreso de la Unión como en el Congreso Estatal de Baja California. Me parece que los pronunciamientos a favor de la austeridad deben ser acompañados por acciones, de lo contrario se quedan en palabras que se lleva el viento”, plantea Torres en su portal de Internet.

Para que no quedara duda de su convicción, decidió destinar 25 mil pesos de su sueldo mensual a diversas causas y grupos de la sociedad civil, buscando multiplicar el beneficio. “Creo en el asociacionismo. Es preferible tener áreas de gobierno más delgadas, y trabajar mucho más con las redes ciudadanas”.

Usó su capacidad de gestión para que los gobiernos federal y estatal destinaran más apoyo para otras diferentes causas. Puntualmente entregó el recurso a organizaciones que atienden niños con problemas diversos de salud, a quienes promueven la actividad deportiva, o aquellos que los hacen en el campo de la cultura. “Me ha sorprendido gratamente encontrar que Tijuana tiene tanto talento, y comprobar cómo muchos tijuanenses han llevado el nombre de la ciudad mas allá de las fronteras con ese talento. Lo vi personalmente en lugares como la Gran Vía en España”.

Se propuso lograr que la autoridad aduanera destrabara el cruce de artículos y productos provenientes de Estados Unidos en calidad de donación, principalmente los de carácter perecedero. En su tarea legislativa promovió y apoyó iniciativas orientadas a destinar mayores recursos al deporte, educación y temas relacionados con el medio ambiente.

En apoyo a la reinserción social de quienes purgan sentencias en los reclusorios bajacalifornianos, promovió la apertura de fábricas y talleres que generen empleo interno y un ingreso para quienes se acojan al programa, atendiendo al principio de que el trabajo dignifica al hombre.

EL RETO DE LA TRANSPARENCIA
Para abonarle a la credibilidad del quehacer político, convocó a organismos comprometidos con el tema de la transparencia y mostró sus bolsillos, abrió su agenda, compartió su bitácora de trabajo y entregó cuentas. Lo hizo no sólo con esas instituciones. Visitó de manera periódica y sostenida a diversos grupos sociales para informar de sus actividades y explicar su función como legislador.

Paralelamente, abrió un portal de Internet en donde cualquier persona puede consultar su agenda, planes de trabajo, informes de actividades, y el reporte detallado de los gastos de su oficina de gestión en Tijuana. No podía faltar en el sitio de Internet la parte sustantiva de su actividad: sus iniciativas, intervenciones en la tribuna, y en la forma en que votó por cada uno de los temas abordados en la Cámara de Diputados.

Hoy, treinta y seis meses después de haber tomado posesión como el diputado federal más joven entre los representantes populares por Baja California, Carlos Torres se dice satisfecho de haber participado en una Cámara de Diputados muy productiva, y de una legislatura más activa y plural que muchas otras. Tanto, que por primera vez en mucho tiempo se lograron acuerdos de enorme trascendencia para la vida del país en materia política, económica y de seguridad pública.

Su gestión legislativa ya es casi historia y, aunque la cantidad de diputados sigue siendo la misma, no quita el dedo del renglón. Los salarios de los legisladores y demás servidores públicos no se han reducido pero finalmente se acaba de aprobar la iniciativa para fijar tabuladores más razonables e impedir que sean incluso superiores al del presidente de la república. Le habría gustado lograr avances significativos en otros temas que también le preocupan pero cuando se trabaja, la tarea puede ser abrumadora.

Por esa razón sugiere a quienes se preparan para contender por las diputaciones federales el próximo 5 de julio, que hagan un riguroso ejercicio de planificación y enfoquen su esfuerzo en pocos temas para lograr mayor efectividad, sobre todo en aquellos de impacto para la región que pretenden representar.

En su opinión, hay temas tan sentidos para Baja California, como el conflictivo cruce fronterizo, que se justificaría plenamente que un diputado dedicara por entero su gestión a la solución. Otros rubros serian la reimplantación del régimen de zona libre y la consolidación del inglés como un segundo idioma en la entidad.

De manera especial recomienda escuchar y trabajar con los diferentes grupos sociales de Baja California, ya sea organizaciones comunitarias, profesionales y empresariales, que sufren las decisiones que se toman a tres kilómetros de distancia y que con justicia reclaman ser escuchados y atendidos.

Hoy Carlos Torres no parece preocupado por su futuro inmediato o de largo plazo, y prefiere no especular con hipotéticos escenarios sobre ese futuro que inevitablemente seguirá impregnado de la política. Su solo presente no podría ser más halagador, considerando que se trata de uno de los cuadros jóvenes más destacados de la escena política nacional, y dentro de las ligas mayores de su partido, el gobernante Acción Nacional, del cual ha sido líder juvenil y consejero nacional.

“Quiero seguir participando, pero yo solo tengo un plan de vida, no un plan en la política, ni metas de 3 o 6 años, porque cuando se hace eso la gente pierde el tiempo y se distrae”
Y concluye: “Creo más en el trabajo y menos en los cálculos de ese tipo, porque luego ocurre lo que a la lechera de la fábula”.

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